En medio de un espectáculo de fuegos artificiales que opaca fácilmente varios espectáculos de año nuevo, se inauguró el edificio más alto del mundo.
Esta obra maestra de la arquitectura y la ingeniería, diseñada por la firma Skidmore Owings & Merrill (SOM), reveló durante la ceremonia su secreto mejor guardado: su altura. Con 828 metros de alto supera a su predecesor, el Taipei 101 (509m de alto), por casi otro rascacielos de ventaja (300m). Esta ventaja le asegurará el título de edificio más alto del mundo por al menos su buenos años.
Además, se le cambió el nombre a Burj Khalifa (Burj = torre) en honor a Khalifa bin Zayed Al Nahyan, el sheik reinante de Abu Dhabi, emirato que prestó US$25 billones (ó $25.000 millones en notación latina) a Dubai para capear la crisis financiera del 2009.
Este rascacielos es de los pocos que son casi completamente residenciales, con un hotel 5 estrellas y casi 700 departamentos de lujo.
A continuación los dejo con algunas imágenes de su construcción cortesía de SOM: